El silencio es un regalo. Del silencio nacen todas las cosas. Pero, ¿qué significa estar en silencio? El silencio es indispensable para escuchar y comprender la realidad que nos rodea, pero sobre todo para escuchar y comprender la realidad que nos habita. Cuando seas capaz de callar en tu interior, ¡se producirá un giro de 180 grados, una revolución, una conversión!
La realidad se crea, no se sufre. Y lo generas de adentro hacia afuera, pero la mayoría de las personas sufren lo que sucede, se resienten con la vida por no darles lo que desean… pero esto nunca sucederá hasta que entiendan que lo que desean ya está dentro de ellos y solo esperan el momento para manifestarse.
Repitamos juntos: desde dentro hacia fuera. El silencio que generas en tu interior es un vacío y este vacío es capaz de atraer realidades acordes con lo que eres, en armonía con la energía que estás ofreciendo a través de tu actitud mental y tus acciones.
Sí, porque para interactuar con el mundo de ahí fuera no basta con pensar de una determinada manera, también hay que actuar en consecuencia.
Sentarse a reflexionar nunca ha conducido a nada bueno, salvo a grandes dolores de cabeza. El pensamiento debe ir seguido de la acción, porque solo la acción puede producir un cambio en el mundo exterior, solo la acción puede poner en circulación nuestra energía y permitir así que vuelva a nosotros en forma de lo que deseamos.
La acción es el puente entre lo invisible y lo visible. Ser, pensar y actuar. Y para serlo, primero tienes que entender quién eres en este mismo momento y solo puedes hacerlo, adivina, guardando silencio en tu interior.
La campana del silencio
Las campanas se han utilizado durante milenios y por muchas culturas (si no todas) para convocar a la gente, para llamar la atención y para muchas otras cosas. Basta con pensar en el ganado de pastoreo que lleva campanas en el cuello para estar localizado. El uso de la campana se puede observar en todas partes de la historia.
Piensa también en las campanas que oímos tocar los domingos en las iglesias. Sirven para llamar a la gente al servicio dominical. Llaman a la gente a asistir a un rito que se supone que debe traer, en ellos y entre ellos, la armonía. No estoy seguro de que esto ocurra siempre, pero este es el propósito de una liturgia, entregar un mensaje de amor y paz a los participantes para que puedan difundirlo al mundo.
Tocar una campana tiene múltiples beneficios. El sonido emitido puede utilizarse como recordatorio del momento presente. Cuando oigas sonar la campana, devuelve tu mente a tu respiración, a tu cuerpo vivo, a tu corazón latiendo.
El sonido es ahora, lo estás escuchando. Así como vino, ahora se desvanece lentamente. En esta acción de escuchar estás totalmente presente, ningún otro pensamiento puede apoderarse de tu mente si puedes permanecer concentrado en la campana y su sonido.
Para eso está la campana. Es la puerta de entrada a tu mejor estado de ánimo, es la clave de tu presente. El uso de la campana es un excelente entrenamiento para la concentración y la meditación.
En el budismo, el sonido de la campana indica la voz de Buda. Deja de hablar, deja de pensar, vuelve a tu respiración, escucha con todo tu ser.
La práctica de escuchar el sonido de la campana nos permite encontrar la paz, permite que la alegría de la vida penetre en cada una de nuestras células, sí, porque no estás escuchando solo con tus oídos, sino con cada parte de tu cuerpo que percibe cada vibración del mundo que te rodea.
Cuanto más escuches la campana, más querrás escucharla, ese es el único inconveniente. Cuanto más descubras ese lugar de paz y amor dentro de ti, más querrás volver a él.
El silencio es la bondad del universo
Hacer silencio no es difícil, pero ¿puedes decir que sabes utilizar ese silencio? ¿Realmente lo aprecias? ¿Puedes estar en silencio durante el día para recargar las pilas con energía positiva?
Una campana no ocupa mucho espacio, puedes ponerla en cualquier sitio. Cuando coges la campana, no estás cogiendo un objeto cualquiera. Forma parte de ti. No hay que golpearla para que suene, hay que invitarlo a que suene, es diferente.
Es como invitar a un amigo a tu casa. Debes de ser amable y esté dispuesto a escuchar lo que tiene que decirte. El sonido de la campana te revela lo que el silencio te depara y es cierto: el sonido del silencio es el universo que habla… ¡Y habla de amor!
Es en el silencio donde se puede escuchar todo, donde se puede escuchar la vida, y el sonido de la campana te lleva de la mano.
Mientras escuchas la campana, concéntrate en el aire que entra en tu cuerpo, y luego deja de lado todo el ruido del mundo y sus tensiones. Incluso cuando estamos sentados y aparentemente quietos, nuestra mente sigue corriendo tras el ajetreo de la vida cotidiana, ¿no es así?
La mente siempre tiene cosas que hacer, la campana llama su atención para permitirle descansar.
La campana es una oportunidad para volver a ti mismo, para disfrutar del momento, para disfrutar del hecho de que estás ahí, de que estás aquí… no es tan obvio, ¡agradece! Una mente agradecida atrae riquezas de todo tipo porque eso es lo único que le espera al universo: la gratitud para ser bendecido con el amor infinito.