La frase «Te entra por una oreja y te sale por la otra» que normalmente se utiliza con los niños es porque para poder explicar algo a alguien, y que lo entienda y lo comprenda, deberá de ser explicado de una forma que se adapte a su nivel de conciencia y con un léxico acorde a su nivel.
Por eso en muchos países no hay cultura para ir al psicólogo, ya que las personas que van, muchas veces no entienden el léxico que de estos y al aprenderlo es con el único con el que pueden explicarlo.
También hay otra cosa a la que le dan mucha importancia, y es que algunas personas sienten que están perdiendo su dinero cuando acuden a la consulta del profesional porque no sienten ningún cambio emocional real en sus primeras charlas.
Cada profesión tiene un léxico diferente, dónde a personas sin estudios o de otra rama totalmente diferente se les impresiona solamente al escuchar un léxico profesional, el cual no sirve en muchos casos para nada. De nada sirve tener un léxico avanzado si nadie puede entenderlo y comprenderlo.
Una gran mayoría de veces a las personas les da mucha pena preguntar por ignorancia, ya que en ocasiones se les humilla en lugar de explicar las cosas con empatía.
No hay que avergonzarse por preguntar
Y las personas no deberían de avergonzarse de ser ignorantes en ciertos temas, porque si algo puedo decir a favor de la ignorancia es que justamente eso nos permite siempre tener algo nuevo que aprender. Pero teniendo claro los objetivos para que todo siempre vaya de la mano y todo el conocimiento siempre sea funcional para uno mismo.
Porque cuando oímos solamente, no retenemos nada de información, a menos que sea solo para contestar y cuando hay enfado el EGO jamás se queda callado.
Es importante recordar que el lenguaje y el léxico utilizados en una profesión pueden ser confusos y difíciles de entender para aquellos que no tienen conocimientos previos en esa área.
Por eso, cuando se trata de explicar algo a alguien, es fundamental adaptar el lenguaje a su nivel de comprensión y con un léxico que puedan entender. De esta manera, se puede evitar la sensación de perder el tiempo o el dinero en una consulta sin obtener un cambio real en su estado emocional.
Además, no hay que avergonzarse de preguntar por ignorancia, ya que la ignorancia nos permite siempre tener algo nuevo que aprender. Lo valioso es tener claros los objetivos y asegurarse de que el conocimiento adquirido sea funcional para uno mismo.