La única manera de hacer que algo o algún momento dure más tiempo y más a menudo, es hacer que dure más tiempo y más a menudo. Así de simple. ¿No lo entiendes? Relájate, te lo explicaré.
Como decía una de las frases del conquistador, Alejandro magno: «Sólo lo que es bueno dura lo suficiente para convertirse en inolvidable«. Y para ser bueno e inolvidable, hay que hacer los buenos momentos más a menudo, y siempre (si es posible), disfrutarlos en un tiempo más largo.
Si alguna vez has perdido a un ser querido, sabes muy bien de lo que estoy hablando. El deseo de volver atrás en el tiempo y poder decir lo que no se dijo, dar el último abrazo, el último agradecimiento, es inmenso y hay veces que nos crea un sentimiento de culpa enorme en nuestro interior.
Los buenos momentos están en todos los días
Y es que los momentos conmemorativos e incluso los difíciles que se pasan juntos se recuerdan con extrema nostalgia. Y la infancia, la juventud, siempre aflora cuando experimentamos algo nostálgico de nuestra época.
En ambos casos, el deseo de revivir el pasado es inmenso. Pero lamento informarte (como bien lo sabes), que esto no será posible… Por eso insisto en la importancia de disfrutar al máximo de todas las fases de la vida, así como de las ocasiones, las situaciones y las personas. Porque ninguno de esos momentos volverá jamás.
¿Qué tal si a partir de ahora disfrutas con mayor intensidad de los buenos momentos que te ofrece la vida? Siempre que te cruces con una persona querida en la calle, disfruta de una larga conversación. Cuando estés cerca de tus seres queridos, en cualquier ocasión, abrázalos, diles que los quieres y lo importante que es esa persona para ti. No lo dejes para después, porque el ayer y el mañana no existen.
No lo dejes para mañana
En lugar de reunirte con tus amigos una vez al mes, júntate tres, seis o las veces que quieras, busca un hueco y no pongas siempre la misma excusa. Es posible que mañana algunos de ellos ya no estén aquí. Y sobre el tiempo, aumentarlo lo máximo posible como cuando subes el volumen de la radio cuando empieza a sonar tu canción favorita.
Sea cual sea el momento o la ocasión, disfrútalo como si no hubiera un mañana. Porque realmente ese mañana no existe hoy. Ni para mí, ni para ti, ni para nadie más. Disfruta de la vida y de los buenos momentos sin moderación. Y no te aseguro que no te arrepentirás. Aprende a valorar las cosas que ningún dinero puede comprar, y mucho menos devolver.
No habrá remordimientos por haber vivido al máximo lo que te ha hecho bien. Si te sirvió bien, te hará feliz el resto de tus días. Y afirmo que necesitarás esos buenos momentos, para vivir y para recordar.
Y es que todo el mundo en la vida tiene un buen momento, recordar las cosas buenas te ayuda a seguir adelante y encarar el mañana con mas fuerza con más compromiso y con más vitalidad. Vivir un buen momento es lo que necesitas para ser feliz.