Muy a menudo hablamos de la aceptación del propio cuerpo, del propio peso y de la imagen corporal. Es como si hubiera un punto final posible y como algo que hay que hacer con resignación y amor incondicional.
El cuerpo, el peso y la imagen corporal están en constante cambio y aceptar tu propio cuerpo significa aceptar su naturaleza floreciente y constante.
La relación con el cuerpo es fundamental para el desarrollo psíquico del individuo, especialmente en la adolescencia. Cuando se transforma rápida y repentinamente, adoptando apariencias extrañas y poco armoniosas y comunicando sensaciones nuevas y perturbadoras a una mente todavía anclada en un funcionamiento infantil.
Cambios corporales con la pubertad
Tras la pubertad, el adolescente debe construir una nueva imagen mental de su cuerpo, registrando las transformaciones puberales a nivel psicológico y atribuyéndoles significados relacionales, sociales y generativos.
A veces, sin embargo, el cuerpo se experimenta como hostil e incorrecto, lo que provoca sentimientos de decepción y rechazo.
La difusión de la cultura estético-sanitaria en la sociedad en que vivimos sugiere que los límites corporales no son insuperables. Que el cuerpo puede transformarse y ajustarse al ideal sometiéndolo a las constantes manipulaciones que ofrece el mercado de las dietas, el fitness y la cirugía estética.
Lo que es posible y necesario es una nueva idea del cuerpo, basada en el sentimiento y en el potencial y los recursos que alberga intrínsecamente. Porque nuestro cuerpo es maravilloso. Solo tenemos que aprender a darnos cuenta.
Para ti que estás creciendo y a punto de crecer
- «Hay días en que la luz flaquea y entonces recuerdo que la luz soy yo, entro y la vuelvo a encender»
- Tu cuerpo es único. Nadie tiene uno como el tuyo, y eso es genial.
- Cada cuerpo es diferente y cada cuerpo está bien.
- Tu cuerpo siempre está en evolución y tú notarás cambios en tu apariencia y en tu forma de sentirte. Es normal y es parte de crecer.
- La belleza no se mide por el tamaño o la forma de tu cuerpo, sino por lo que hay dentro de ti. Tu personalidad, tus habilidades, tus talentos y tus valores son lo que te hacen hermoso.
- No permitas que los estereotipos de belleza de la sociedad te digan lo que debes o no debes ser. No dejes que te juzguen por tu apariencia. No te compares con los demás. Eres único y eso es lo que importa.
- Aprende a quererte y a aceptarte tal y como eres. Haz ejercicio y come saludablemente porque te hace sentir bien, no porque quieras cambiar tu cuerpo. Y si tienes preguntas o dudas, habla con un adulto de confianza o con un profesional.
- Recuerda que tienes un árbol dentro de ti, con raíces fuertes y hojas verdes. Cuida de él en el camino. Y nunca olvides que eres maravilloso tal y como eres.
- Haz ejercicio y come saludablemente para sentirte bien, no para cambiar tu cuerpo. Y si tienes preguntas o dudas, habla con un adulto de confianza o con un profesional.
Empieza la parte práctica
Ahora haz este ejercicio conmigo: ponte delante del espejo e intenta encontrar al menos tres características tuyas que te identifiquen. Los que te hacen decir que tú eres tú. Y prueba a preguntarte para contactar mejor con la sabiduría de tu cuerpo:
- ¿Qué me enseña?
- ¿Cómo dibuja partes de mi identidad?
- ¿Por qué tengo ganas de darle las gracias?
Es poco generoso utilizar nuestro cuerpo solo como tarjeta de visita o herramienta, porque es inteligencia y sabiduría. Estar dentro de la posibilidad del cuerpo significa, en cambio, empezar a utilizarlo de nuevo como centro de inteligencia, como lugar de conciencia y sabiduría.
Tal vez estés acostumbrado a estar solo en contacto con lo que no te gusta de ti mismo y a centrarte en todas esas partes de ti que sientes que están profundamente mal. Pero, ¿qué ocurre también por debajo?
Centrarnos en nosotros, en todos nosotros, nos enseña a mirarnos a nosotros mismos con más amabilidad y compasión. Nos recuerda que todo lo que llevamos dentro merece atención y dignidad. No solo lo que es visible.
No se sale de la debilidad aprendiendo a conformarse. Salimos de ella aprendiendo a confiar en que hay un núcleo sabio, iluminado y amoroso dentro de nosotros. No tenemos que añadir nada, ni mucho menos ajustar nada, ¡nuestra tarea es remover para volver a entrar en contacto con ella!
Meditación con escáner corporal
Siéntate, cierra los ojos e intenta pasar de la dimensión de ver a la dimensión de sentir, sea lo que sea lo que eso signifique para ti en ese momento.
Puedes oír sonidos, ruidos a tu alrededor, puedes sentir a través de tu piel el contacto con tus puntos de apoyo. Puedes sentir desde dentro las sensaciones que te habitan en este momento. Entra en esta dimensión de escuchar lo que oyes con una actitud curiosa y amable. No buscas nada en particular, solo intentas entrenar tu capacidad de sentir con una actitud que no necesita juzgar.
En este momento más que poner orden y limpiar tus sensaciones… nos interesa que las notes.
Puedes dejar que tu atención se mueva libremente dentro de tu cuerpo y puedes permitirte nombrar lo que sientes y encuentras a medida que avanzas.
Centrar la atención en la respiración
Es como si al nombrar ciertas sensaciones las estuvieras saludando y entre todas estas sensaciones también vas y buscas la estabilidad de tu cuerpo que se acomoda aquí, y te concentras en tu respiración.
E intenta entrar en contacto con la sensación de la respiración.
Presta atención al movimiento de la respiración y deja que tu mente se ancle en la respiración y en lugar de seguir los pensamientos y todo lo que te aleja de este momento, aprende a permanecer dentro de tu cuerpo ahora mismo.
Tu respiración es continua y sigue su propio ritmo, con la seguridad de que continuará sin ningún esfuerzo porque sucede por sí misma. Luego deja que la continuidad y la seguridad de la respiración estén ahí, junto con las muchas sensaciones que puedes encontrar dentro de tu cuerpo en este momento.
Inhala. Exhala.
Inhalando puedes dejar que cree espacio, tu pecho se eleva, tu caja torácica se expande, exhalando puedes dejar que la respiración traiga algo de suavidad y algo de relajación.
Dentro de tu respiración puedes encontrar estabilidad, apertura, suavidad y calma. Puedes darte cuenta del bienestar que te ofrece cada respiración.
Para cerrar la práctica, intenta permanecer en contacto con las sensaciones de tu respiración durante unos instantes más, puedes acoger todo el bienestar que cada respiración puede ofrecerte.
Y de nuevo intenta saludar estas sensaciones, reconociéndolas por su nombre y reconociendo que dentro de cada respiración puedes encontrarlo todo. No se juzga. No se requiere perfección. Solo confía en tus posibilidades y acepta tu totalidad.
Cuando te apetezca, a tu tiempo, vuelve a abrir los ojos.