Lo que parece que no se ha dicho sobre la importancia de la mejora de la atención plena, que se consigue con todos los tipos de meditación, es que pone en sintonía la conciencia con la inconsciencia, dando lugar al estado de presencia y no dualidad.
Amarse a sí mismo es una práctica indispensable, de lo contrario el mundo se nos vendrá encima. Para amarse a sí mismo y alcanzar la conciencia, es bueno acostumbrarse a ver el vaso medio lleno.
¿Qué es la conciencia?
No es casualidad que el presente esté también en el centro; y sus cualidades carismáticas derivan precisamente de su equidistancia entre pasado y futuro. Precisamente, el presente es la combinación virtuosa de pasado y futuro, al igual que una sal es la combinación virtuosa de un ácido y una base.
El objetivo de la meditación es acostumbrarnos a dirigir nuestra atención al momento presente, para así ser conscientes, concentrados y centrados, logrando inmensos beneficios a todos los niveles. La meditación no es más que un entrenamiento de la atención: si falta la atención, nada bueno saldrá de la vida.
Normalmente, pasamos la mayor parte de nuestros días divididos entre pensamientos sobre el pasado y preocupaciones sobre el futuro, lo que duele, y mucho. De hecho, sin saberlo, al salir del presente dejamos también la percepción de seguridad y entramos en la percepción de peligro que caracteriza el pasado y el futuro y que, como veremos en breve, bloquea el nervio vago e impide la homeostasis.
La metáfora del vaso medio lleno
Muy importante: ver el vaso medio lleno es diferente de verlo medio vacío y de verlo lleno. Fuera de la metáfora, ver el vaso medio lleno te salva tanto del pesimismo como del optimismo ingenuo o exagerado.
Ver el vaso medio lleno te estimulará a dar pequeños pasos y a contentarse con pequeños resultados. Incluso una pequeña mejora lograda cada día conduce a un gran resultado al final del año.
De este modo, también construyes una confianza inquebrantable en ti mismo, que lo es todo en la vida, porque la confianza está relacionada con la seguridad en ti mismo. De hecho, las cualidades de la confianza son la paciencia, la apertura, la expectativa y la suspensión del juicio. Cuando perdemos la paciencia es porque no confiamos en nosotros mismos ni en los demás; también perdemos la confianza y nos sentimos en peligro.
La confianza es la emoción más importante de todas porque da la percepción de seguridad al organismo y mantiene activo el nervio vago, que asegura la homeostasis del organismo y en particular el buen funcionamiento del corazón.
Si se pierde la confianza, la desconfianza y el miedo se apoderan de uno y ya no se vive bien.
«La vida es la suma de los días individuales. Si los días no traen satisfacción, si no sientes plenitud en los momentos individuales, toda tu existencia corre el riesgo de estar marcada por el mismo destino».
Filippo Ongaro
La teoría de los pequeños pasos
Dando pequeños pasos llegas a todas partes, mientras que si das los pasos más largos, tropiezas y te haces daño.
Si nos esforzamos mucho más allá del límite, el organismo acaba cediendo y nos quedamos en la cama durante bastante tiempo. En definitiva, hay que evitar pasar de la pereza a la hiperactividad, del atracón al ayuno y de la resistencia a la explosión. Pero si nunca nos pasa, no aprendemos la lección.
En todas las situaciones, es preferible estar mayoritariamente en el centro, es decir, en el medio, y solo si es necesario o inevitable en los extremos. Al estar en medio de los dos opuestos, estarás de buen humor no solo cuando el vaso esté lleno, sino también cuando esté vacío porque no te afectará tanto.
Así que he aquí una práctica informal muy sencilla para ganar conciencia y buen humor: acostúmbrate no solo a ver, sino también a llenar tu vaso hasta la mitad. Esto se hace muchas veces al día y requiere intención, atención y conciencia cada vez. Así que también es una forma de entrenar la constancia, un factor básico de crecimiento personal.
Elementos fundamentales de atención plena
Los elementos fundamentales de la atención plena (Mindfulness) son la intención, que activa el proceso, la atención, que es el enfoque momento a momento, y la actitud de no juzgar, que es la aceptación tácita y suave de la experiencia y, por tanto, de la realidad.
Podría decirse que la atención es el órgano sensorial de la conciencia. Cualquier cosa en la que pongas tu atención, te haces consciente de ella. Para entender cualquier cosa hay que llamar la atención sobre ella. Cuanto más atento y consciente estés, más capaz serás de comprender y tomar decisiones correctas y oportunas.
En el caso de las decisiones, la atención se ejerce preguntándote por qué te decides. Las elecciones son difíciles porque sabes lo que vas a perder, pero no estás seguro de lo que vas a ganar.
La habilidad más importante que hay que potenciar para tener éxito en la vida es la atención, ya que es el elemento fundamental de la conciencia y, por tanto, también de la experiencia y de todas las habilidades. Evolucionamos a partir de aquello a lo que prestamos atención.
La atención y la repetición son los factores básicos para alcanzar la excelencia en cualquier campo.
Al meditar sin juicios y conscientemente, en un contexto seguro y tranquilo, facilitamos las funciones reparadoras y restauradoras de nuestro organismo y nos entrenamos en la atención, la paciencia, la amabilidad, la constancia, la flexibilidad y la calma. Estos factores evocan seguridad, facilidad y alegría de vivir y fomentan las interacciones sociales.
La meditación nos permite soltar los deseos y sueños imposibles que a menudo nos hacen odiar la realidad que estamos viviendo. De esta manera nos preparamos para la aceptación de la realidad del presente y la no resistencia que nos abre a la confianza y nos lleva al flujo cósmico.
Para aceptar la realidad, hay que permitir que las cosas sean como son, sin querer cambiarlas. De hecho, si quieres sufrir, lo único que tienes que hacer es oponerte al ahora y luchar con tu pasado o tu futuro.
La atención también es fundamental desde el punto de vista existencial. Empezando por los niños que hacen berrinches para llamar la atención de su madre, hasta los adultos que solo se sienten gratificados cuando reciben la atención adecuada.
Lo que parece que no se ha dicho sobre la importancia de potenciar la atención plena, que se consigue con todos los tipos de meditación, es que sintoniza lo consciente o consciente con lo inconsciente o inconsciente, dando como resultado el estado de presencia que tiene el mérito de la no dualidad.