Si nos falta el hábito, todos somos torpes. Se necesitan 10.000 horas de práctica continuada para alcanzar la excelencia.
¿Te gustaría conocer los tres secretos para triunfar en la vida o ayudar a tus hijos a triunfar? Nada podría ser más fácil, solo tienes que leer este pequeño artículo con calma y dedicación.
Los 3 secretos para triunfar
Con solo 3 secretos puede tener una vida plena y triunfar en lo que te propongas. Necesitas poner un poco bastante de tu parte, pero si consigues vencer a tus miedos seguro que lo conseguirás.
La repetición
El primer secreto, el más importante de todos, es la repetición.
Todos los estudiosos han llegado a la conclusión de que el talento es solo un mito. O mejor dicho, el talento es el efecto de la repetición. Haces lo mismo todos los días y te vuelves hábil en esa cosa.
Y los que empiezan a hacerlo desde una edad temprana se convierten definitivamente en genios. Los niños que acuden a las clases extraescolares repiten mucho y enseguida se convierten en buenos lectores, escritores y aritméticos; y se acostumbran a estudiar con placer estimulados por los excelentes resultados que continuarán en el futuro.
Se trata de empezar con buen pie. Si nos falta el hábito, todos somos torpes.
Los hábitos son el efecto de la repetición. Todos los campeones son el resultado de la repetición, del entrenamiento incansable, pero no solo. Se necesita una media de 66 días de repeticiones, digamos dos o tres meses, para conseguir el automatismo que caracteriza la adquisición de un hábito.
Una vez adquirido el hábito, todo se vuelve fácil y automático. Los que se cansan pronto de repetir son unos fracasados desde el principio porque no aprenden nada.
El riesgo
El segundo secreto es el riesgo. No basta con repetir, también hay que salir de la llamada zona de confort, enfrentarse deliberadamente a las dificultades, superar los miedos y ganar experiencia.
Para llegar a ser un campeón, hay que mejorar cada día superando los propios límites. Pero eso no es suficiente. Quien nunca se arriesga es un fracasado, de hecho es un neurótico: ¡no puede hacer nada!
La recuperación
Después de asumir riesgos, hay que volver a la zona de confort para descansar y recuperar la energía para el siguiente esfuerzo. Nunca hay que excederse, tanto en el entrenamiento como, sobre todo, a la hora de comer.
Bueno, a veces se puede cometer un error. En el entrenamiento físico, es precisamente durante el descanso cuando se produce la reparación y el fortalecimiento de las fibras musculares dañadas por el esfuerzo.
Los que descansan mal están siempre cansados y desmotivados. Para alcanzar la excelencia en un campo determinado, hay que practicar conscientemente durante al menos 10.000 horas.
Es posible mejorar en cualquier campo, no solo físicamente, sino también en el comportamiento. Y nunca es tarde para participar. El cerebro es muy plástico y es incluso más maleable que los músculos a la repetición. Los mantras son muy eficaces.
Nunca hay que dejar de practicar. En cuanto las repeticiones cesan, los músculos se debilitan y el cerebro pierde gradualmente las habilidades adquiridas.